Año V

La Caricia del Gato Negro. (Apocalíptico) Año V

gatonegro3-1Queridos y queridas, después del hundimiento que el año pasado asoló esta bitácora y de cuyas vicisitudes os di a conocer aquí, afrontábamos el nuevo curso con actitud desafiante y optimista. Y ese nuevo curso no era otro que el 2020. Sí. 2020.  Los pares nunca fueron trigo limpio.

Aunque habéis sido testigos de varias publicaciones y de la salida al mercado de un bonito cuento ilustrado que escribí antes del cataclismo vírico —ejem, sí la mayoría de las entradas publicadas estaban relacionadas con la promoción de dicho cuento—, la producción literaria traducida a relatos inéditos compartidos en esta vuestra casa ha sido de cero. No es que no haya tecleado, pero me he visto afectado por una extraña incapacidad para poner el punto final como les ocurría a aquellos personajes de uno de los relatos que sí pude terminar en otra época.

Pues bien, meses atrás comenzábamos el nuevo curso con la intacta ilusión y ambición de llegar al siguiente objetivo, a esa frontera que tanto nos está costando franquear: la llegada de La caricia del gato negro a Groenlandia. Si echáis un vistazo al mapa, comprenderéis la insoportable desazón que supone ver un pedazo de tierra —o hielo, o lo que sea— que ocupa casi medio mundo, huérfano de ese color rosáceo que representa la trashumancia que hemos llevado a cabo a lo largo del último lustro.

De acuerdo, Mongolia, parte de Oriente Próximo y el frente africano casi al completo también se resisten, pero el primero, si os fijáis en el mapamundi, pasa por un enorme lago o mar rodeado de tierras bajo nuestra influencia y a nosotros este trampantojo nos sirve de (más…)

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